Naturalmente a los pequeños les gusta jugar con el agua, y podemos incluirla con supervisión en algunos juegos.
Podrás enseñarle a los pequeñines sobre los ciclos del agua, los diferentes hábitats, la flora, la fauna y los efectos del agua en nuestro entorno. La clave está en dejar que se relacionen e investiguen en su entorno para conseguir un aprendizaje lúdico que les ayude en su desarrollo físico y mental. ¿Cómo podemos trasladar esto a actividades concretas? Muy sencillo, mostrando al niño juegos en los que pueda hacer volar su imaginación.